El Método consiste en enseñarle a los niños y niñas integralmente a través de: libros vivientes, experiencias vividas y buenos hábitos.
Filosofía
Enfatiza en tratar a los niños como personas, no como recipientes donde echamos información y datos. Los niños deben recibir una educación amplia en la cual le presentemos un banquete de ideas. Fomenta que los padres estén envueltos en la educación de sus hijos y en adiestrarlos en lo académico, bellas artes, fe, ser buen ciudadano y hábitos de personalidad.
“La educación es una Atmósfera, una Disciplina, una Vida”
Atmósfera
Es el ambiente en que los niños crecen. Esto incluye: relaciones, ambiente en la casa, disfrute de la naturaleza, salud, etc. Ella sabía que los niños absorben mucho del ambiente de su hogar y de las ideas que rigen nuestras vidas como padres. Por eso toca el tema de cómo proveerle un ambiente sano y saludable.
Disciplina
Enfatiza en la importancia de educar a los niños con buenos hábitos que le sirvan para cuando crezcan. Ella compara los buenos hábitos con vías de trenes que le servirán a los niños a viajar con facilidad hacia su vida de adulto. Es bien específica en los ejemplos que presenta en sus escritos.
Vida
Todo pensamiento que le ofrezcamos a ellos, debe ser un pensamiento vivo; no meros resúmenes de datos secos sin sentido. Las materias académicas deben ser presentadas como pensamientos vivos e interesantes que hacen sentido, no meros datos para aprender y memorizar. Aquí es que entran las materias: lectura, historia, matemática, idiomas.
La educación integral de nuestros hijos es un balance entre el ambiente en que crezcan, la disciplina y hábitos que le inculquemos, y el conocimiento vivo que le enseñemos. Esta es la base de este método.
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